Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Maicol & Yosefin

La historia de Pichí.

Imagen
¡Hola a todo el mundo! Si hay algo que le debemos a Pichí es, al menos, contar su historia, porque si todo lo que nos pasó a Yosefin, al propio Pichí y a mí cayese en el olvido, sería desde una pena hasta injusto. Todo comenzó una bonita mañana de primavera. El sol lo calentaba todo a buen ritmo y las tardes en esa época siempre eran momentos amenazados por tormentas. No sabemos aún si el problema que tuvo Pichí fue causado por una de esas tormentas o por el caluroso día, pero lo cierto es que cuando Yosefin y yo volvimos de dar un largo paseo con nuestros adorables perros, alguien había en casa.  -"¡Maicol! Corre, ven. ¡Hay un pájaro en la habitación!" Allí fui yo al rescate y los ojos de Pichí y míos se miraron directamente por primera vez y durante cuatro largas horas jamás dejaron de mirarse de manera cómplice. Pichí es un gorrión o pardal, como decimos por aquí, de muy pocos días de edad. Los suficientes como para tener ganas de empezar a volar con no muy buenos resultad...

Maicol & Yosefin. Razonablemente costumbristas.

El tiempo no era lo suficientemente bueno como para hacer nada en el exterior. De todos es sabido que cuando Maicol no tiene mucho que rascar, le da por pensar y eso siempre es peligroso. -"Marcho a hacer unas cosas, cariño", comentó al aire, sabiéndose inquieto y con una tarde por delante para utilizar su imaginación. Yosefin siempre que escucha esas terribles palabras se teme lo peor. Se ha visto en tesituras como tener que organizar mudanzas que nunca se llegaron a producir, tener que calmar los ánimos emprendedores irrealizables de Maicol y un enorme etcétera de nunca acabar. Por eso Yosefin, si bien temerosa, se encontraba por decirlo de alguna manera, dentro de su zona de confort. Mientras Maicol subía las escaleras, se le abrían un montón de posibilidades delante de su vida. Al fin y al cabo, ir al baño con el móvil, no deja de ser una ventana al mundo a día de hoy. "Dichoso internet", pensó él, como si de un troglodita se tratase, pero este hombre de las cav...